miércoles, 17 de junio de 2009

Yurela

Martes 16 de junio, las 22:00, tres palabras, una hora, una história. Las tres palabras fueron: Luz, Dios, Héroe; por mi parte éste fué el resultado.


En tiempos antiguos la región de Yurela había lucido como una de las zonas más hermosas de las Tierras de Helas. Sus campos fértiles ofrecían a quienes los trabajasen grandes beneficios, y sus espectaculares paisajes amainaban a forasteros venidos de tierras lejanas en busca de un granito de paz. Las tabernas siempre estaban llenas de nuevas historias y el templo de nuevos discípulos. Es cierto, los tiempos antiguos habían sido maravillosos, pero hacía muchos siglos que habían llegado a su fin dejando tras ellos el rastro de la oscuridad.
Quizá el responsable fuese la maldición de un ambicioso hechicero, la furia de alguna divinidad o aquel terremoto que hizo rugir la tierra partiéndola en dos y rodeando la región de una especie de montañas fracturadas que obstaculizaban el paso de los rayos de Dai. Quizá el temblor tan solo había sido la herramienta de algo o alguien superior, alguien que quería arrastrar a Yurela al olvido y al abandono. Y durante mucho tiempo lo consiguió. Sin luz del día las tierras tomaron un aspecto salvaje y si bien no se tornaron yermas, dejaron de dar frutos comestibles. Quizá los habitantes hubieran podido conseguir provisiones del exterior, pero aquel no fue el único inconveniente… sin la llegada de los rayos de Dai, la estrella que otorgaba la vida, las personas perdían el rumbo y se desprendían de su cordura.
Ahora, Yurela, la región de las sombras, solo albergaba unos pocos descendientes fáciles de reconocer por sus pálidas pieles y sus enormes pupilas, unas pupilas que a duras penas podían permitir intuir el color de del iris que las rodeaban.

Desde su infancia, Duniem siempre había querido viajar al exterior. Sus padres nunca se lo permitieron pues la mayoría de los que se alejaban perdían la vista como castigo por dirigir su mirada a Dai, otros volvían con el cuerpo lleno de quemaduras, de otros nunca se volvió a saber… Pero Duniem ya no era un niño y sabía lo que tenía que hacer. Viajaría bajo la luz de Seil, dama de la noche, y en cuanto el tono del cielo volviese azul marino, raudo buscaría refugio. Sus padres ya no tenían derecho a impedírselo, así que cogió sus pertenencias y se echó al camino siguiendo su cometido.
A cada amenaza de amanecer, el joven tardaba mas en ocultarse, y a cada anochecer, decidía salir mas temprano de su escondite. Habían pasado dos semanas cuando sus ojos se vieron hipnotizados ante el nacimiento de Dai. Era lo mas bello que hubiera visto jamás… rezó por que algún día sus compatriotas pudiesen disfrutar de ese majestuoso espectáculo. –¡¡¡¡Dios Dai!!!! Aquel que aporta la luz y la vida a todas las regiones de las Tierras de Helas, visita a mi pueblo y permite que este se pueda bañar en la energía que otorgas a los forasteros…- Notó un temblor bajo sus pies, una parte de el creía entender lo que sucedía… debía regresar a Yurela.
El viaje de vuelta fue mucho mas breve que el que había recorrido hasta el momento… al llegar pudo observar atónito que las altas rocas que rodeaban la tierra de las sombras habían empezado a derrumbarse dejando pasar tras ellas las suaves brisas de la luz del Dios Dai.

7 comentarios:

  1. Me ha gustado. Le falta un repasillo a la puntuación y a los tiempo verbales pero está muy bien. Es increíble lo que se hace en una hora.

    PD: Espero que te lo pasases bien, al menos.
    PDD: Tienes al Lobito destrozao, pobrín, da penica. Dice que tiene el corazón en un puño.

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado la "región de las sombras". ¿Por que todo lo oscuro, ominoso y lo penumbroso siempre mola más? XD. Con más tiempo, y más encuentros y relatos sobre la marcha del héroe, esta historia de fantasía hubiese sido de lo más mejor. Me ha costado bien poco sumergirme en las tierras de Helas y los páramos de Yurela., allende las montañas. Ahora me asola una simple duda: ¿Que extrañas y maravillosas criaturas podrían haber habitado dichas regiones? Quizá si algún día continúa el relato o se expande el viaje de Duniem, lo sabremos...

    ResponderEliminar
  3. Algún dia sucederán ambas cosas. Y sobre lo de las criaturas... seguro que Aira también podrá hablarte sobre ello. Sobre los buts, voladores seres oscuros y tenebrosos, con un erizado plumaje y una vista plenamente adaptada a la oscuridad. Si ves uno de estos, deberias ir con cuidado... traen mal fáreo.

    ResponderEliminar
  4. Cuesta bien poco dejarse llevar por la historia y con que facilidad està hilada la hisoria. Muy bien xiquilla.

    ResponderEliminar
  5. Y también puedo hablarte de los Ab-Rahames, unos seres de aspecto delgaducho y enfermizo, mirada inquisitiva y penetrante y largos y afilados dedos como garras. Suelen apostarse en las umbrías playas de Yurela, sumergiéndose en indescifrables mantras con los que potencian su culodurez en combate.

    ResponderEliminar
  6. estás hablando del clan Abraham??? MOLA

    ResponderEliminar
  7. los Ab-Rahames han cambiado de hábitat. Ahora pasan sus largas (y eternas XD) noches en los bosques, viviendo en soledad y realizando oscuros rituales a Seil.

    ResponderEliminar